Aunque aún falta mucho para que se convierta en realidad el reciente vaticinio de José Luis Rodríguez Zapatero --en la cumbre del clima pronosticó que el avance tecnológico permitirá que cada ciudadano almacene la energía producida por sus molinos o paneles solares--, el despegue de las energías renovables en España continúa imparable. A falta de unos días para que termine el año, Red Eléctrica de España (REE) calcula que más de un cuarto (un 26%) de la electricidad producida en el 2009 tendrá origen renovable, dos puntos más que en el 2008.

Buena parte del éxito se debe a que la eólica ha batido todos los récords: en noviembre, un temporal provocó que los molinos cubrieran en un día el 53% de la demanda, lo que a su vez hizo que, por primera vez, superase a la nuclear en el cómputo mensual. REE calcula que cerrará el año con una aportación del 13% ,mientras que la Asociación Empresarial Eólica pronostica un 14%. En todo caso, superará al carbón.

En apenas cuatro años, la eólica ha doblado su contribución. Crece a un ritmo de casi 2.000 megavatios (Mw) anuales, lo que mantiene a España (con 18.119 Mw) en el tercer puesto mundial, por detrás de EEUU y Alemania. Gracias a la eólica, España ya ha superado con creces el umbral del 20% de renovables que Europa se ha propuesto para el año 2020.

Unos pasos por detrás se sitúa la energía hidráulica, que cerrará el año con una producción de electricidad de entre el 8% y 10% de la demanda, seguida de la solar, con entre un 1,8% y 2%, según Miguel Duvison, director de Operación de REE. Hace nueve años, la energía producida por los pantanos era la única considerada renovable. En cualquier caso, uno de los hitos de las renovables españolas, según Heikki Willstedt, responsable de cambio climático de WWF, es que en momentos puntuales han llegado a cubrir este año hasta el 65% de la demanda.