Cuba se prepara para la llegada del Dennis , el primer huracán del año considerado "extremadamente peligroso" que ayer causó, como mínimo, seis muertos en Haití. El Gobierno cubano evacuó a más de 200.000 personas, entre ellas muchos turistas, tras declarar la alarma ciclónica en todo el país al comprobar que el Dennis había alcanzado una fuerza cuatro en la escala Saffir Simpson (de cinco grados) y llegó a Cuba con vientos de 240 kilómetros por hora, según informó José Rubiera, el jefe del centro de previsión de Meteorología.

Antes de castigar Cuba, el Dennis causó estragos en Haití, donde las autoridades informaron ayer de que al menos seis personas habían fallecido. Cuatro de ellas murieron al derrumbarse un puente en el sur del país, en la ciudad de Grand-Goave, aunque esta cifra podía aumentar porque había un número indeterminado de desaparecidos y los servicios de socorro no son eficaces. En Cayes murió otra persona al caer un árbol sobre su casa. La sexta víctima falleció en Bainet. Menos devastadores fueron los efectos a su paso por Jamaica, donde se cerró el tráfico aéreo internacional.

En Cuba, mientras, se han paralizado las actividades docentes y la Aeronáutica Civil ha suspendido los vuelos nacionales y meditaba cerrar varios aeropuertos al tráfico internacional. Las autoridades también hicieron un llamamiento a la población para movilizarse ante el impacto del Dennis y evacuaron a los inquilinos de unas 2.000 viviendas en La Habana, donde se esperaba que se desbordara el Malecón. Para reducir sus efectos, miles de personas participaron en tareas de limpieza de vías públicas, alcantarillados y azoteas.