La hoja informativa que se reparte en las parroquias valencianas llevaba el pasado domingo un artículo muy especial. En él, el sacerdote Gonzalo Gironés asegura que "más de una vez" son las mujeres las que incitan "con su lengua" los malos tratos.

En el polémico texto, este catedrático jubilado de Teología Dogmática de Valencia, opina que las mujeres provocan al hombre con sus palabras y que "el varón no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad, no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora".

El artículo, titulado Hablemos de la familia , lamenta que en 2005 murieran 63 mujeres a manos de sus parejas, pero compara esta cifra con los 85.000 abortos producidos en ese período: "Por cada mujer muerta a manos de un hombre, hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor".

El Arzobispado de Valencia se afanó ayer en rechazar "los términos en que se expresa" el religioso. La institución negó que la hoja volante Aleluya sea una publicación oficial. Lo cierto es que bajo la cabecera aparece en letras grandes el nombre del arzobispado, se distribuye por las parroquias de la diócesis y publica en portada la homilía semanal del arzobispo Agustín García.