El líder espiritual del budismo tibetano, el Dalai Lama, realiza una visita de dos días a España, en la que le será entregado el Premio Internacional Jaime Brunet Pro-Derechos Humanos, pero que no incluirá ninguna reunión con representantes gubernamentales, debido a la negativa de éstos a concederle audiencia, según ha informado el Comité de Apoyo al Tibet. Responsables de esta organización han considerado "lamentables" las negativas recibidas de la Casa Real, del Gobierno y de la alcaldía a las solicitudes de audiencia. Según estos responsables, todos ellos han alegado problemas de agenda. Conferencia y premioEl Dalai Lama ha comenzado su quinta visita a España con una conferencia bajo el lema La ética secular, organizada por Club Siglo XXI. Por la tarde, Tenzin Gyatso participa en el Club Madrid en un coloquio sobre la paz mundial. La visita del líder budista concluirá mañana con el premio que le otorgará de la Fundación Jaime Brunet en el Parlamento Europeo por su defensa de los Derechos Humanos y su "aportación a la no violencia en un contexto histórico de trastorno social y político mundial". Está previsto que asista al acto, entre otras personalidades políticas, el vicepresidente primero y ministro de Economía, Rodrigo Rato. Este galardón, dotado con 36.000 euros, fue concedido anteriormente a Amnistía Internacional. Por la noche, el Dalai Lama se despedirá de Madrid con un discurso público en el Auditorio Príncipe Felipe antes de partir el día 10 hacia París, donde el Nobel de la Paz de 1989 será recibido en la Asamblea Nacional por su presidente, Jean-Louis Debré. Recibido por Bush y Powell en EEUUEl PSOE ha definido el silencio oficial contra uno de los oponentes más importantes del Gobierno chino como el resultado de las presiones ejercidas por Pekín, donde la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, efectuó a comienzos de julio un viaje de fuertes intereses comerciales. Durante su visita a Estados Unidos, el Dalai Lama, que vive en el exilio desde 1959, fue recibido por el presidente, George Bush, y el secretario de Estado, Colin Powell, que afirmó su voluntad de defender los Derechos Humanos en el Tibet, ocupado por China desde 1951.