Dos ciclistas sufrieron sendos atropellos mortales ayer en menos de una hora en Creixell (Tarragonès) y Bellvei (Baix Penedès). En el primer caso, un conductor arrolló a un grupo de cinco ciclistas en el punto kilométrico 1.180,5 de la N-340, a las 7.45 horas de la mañana. A consecuencia del impacto, un vecino de Rubí de 55 años murió prácticamente en el acto. Otro de los ciclistas sufrió heridas graves, aunque ayer evolucionaba favorablemente, y un tercero resultó herido leve. Los otros dos compañeros salieron ilesos.

El segundo accidente mortal se produjo a las 8.30 horas de la mañana en la carretera TV-2126, que conecta Bellvei con la N-340. Circulaban dos ciclistas y uno, un vecino de Sabadell de 56 años, perdió el control de la bicicleta y cayó al suelo. El coche que le seguía no lo esquivó.

El conductor del turismo causante del primer accidente dio una tasa de 0,57 en el control de alcoholemia, más del doble del límite legal. Al cierre de esta edición permanecía en la comisaría de los Mossos d´Esquadra en Tarragona, pendiente de pasar hoy a disposición judicial. Se le imputan los cargos de homicidio por imprudencia y lesiones. Paralelamente, se cursa una sanción administrativa por conducir bajo los efectos del alcohol. El conductor rozó la tasa del 0,60, a partir de la cual, circular bebido se tramita por procedimiento penal.

POCA VIGILANCIA El portavoz de la Coordinadora Catalana de Ciclistas, Albert García, destacó la "ausencia" de Mossos d´Esquadra en los puntos negros de la red viaria y exigió más controles en las carreteras, para conseguir que los automovilistas respeten las normas cuando se cruzan con ciclistas. En opinión de García, la mayoría de los accidentes mortales que sufren los ciclistas se deben a incumplimiento de las normas por parte de los conductores.

El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Josep Pérez Moya, aseguró a este diario que los dos ciclistas fallecidos ayer circulaban "perfectamente equipados", en cumplimiento de las normas elaboradas en 1999.