El yacimiento de Vallparadís, enclavado en pleno corazón de Tarrasa, se ha consolidado en apenas cuatro meses de trabajo como la Atapuerca de Cataluña por la antigüedad, variedad y abundancia de fósiles. Según destacaron ayer los responsables de la excavación, no sólo han aparecido centenares de huesos de animales bien conservados, sino también infinidad de herramientas --piedras talladas con el llamado Modo 1-- que confirman que los humanos pasaron por Vallparadís hace al menos 750.000 años. Se trata, dice Kenneth Martínez, arqueólogo de la Universidad Rovira i Virgili y codirector del las excavaciones, del yacimiento con huellas humanas más viejo de Cataluña y uno de los cuatro más viejos de Europa occidental.

Las especies recuperadas y el tipo de talla lítica sugieren una gran antigüedad, aunque de forma poco precisa. "Quizá fueron 800.000 o 900.000 años --como los restos más viejos hallados hasta ahora en la sierra burgalesa--, pero no lo sabremos hasta que se haga la datación por paleomagnetismo", explica el paleontólogo David Alba. Y eso llevará un tiempo. Por ahora, los restos son simplemente del Pleistoceno inferior terminal.