Es difícil hacerse a la idea de que la vista desaparece, más aún cuando los años se acumulan. La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es una enfermedad visual cuya incidencia se cuatriplica en los ancianos. Unos 25 millones de personas en el mundo padecen DMAE, una patología difícil de autodetectar pero irreversible, degenerativa y desconocida para muchos. En España ya hay 750.000 casos, aunque sólo 130.000 están diagnosticados.

Carmen Arnau tiene 80 años y DMAE, una hemorragia de los vasos situados debajo de la mácula, la zona central de la retina. No consigue ver con claridad objetos a 30 centímetros, ni escribir, coser o leer. Los expertos no conocen qué provoca su enfermedad. Factores como el exceso de radiación solar o la genética aún están siendo investigados. María José Guijarro, técnico de rehabilitación de la ONCE en Barcelona, afirma: "La única causa determinada es la vejez".

Retrasar lo irremediable

Con la rejilla de Amsler, una cuadrícula con un punto en el centro, se puede autodetectar este tipo de degeneración. Cubriendo primero un ojo y luego el otro, han de verse las líneas rectas. Cuando un programa de televisión mostró la rejilla en pantalla, Carmen las veía distorsionadas. Y cuando acudió al oftalmólogo no había vuelta atrás: "Me estaba quedando cieguita".

La DMAE es irreversible, pero la terapia fotodinámica es el tratamiento más eficaz. Consiste en la inyección de un fármaco y en la aplicación de un láser que corta la hemorragia. Pero no se consigue que el paciente vea mejor. Santiago Abengoechea, doctor de la Clínica Barraquer de Barcelona, indica: "La pérdida de agudeza visual continúa, pero en menor medida que si no se aplica el tratamiento". Pocos hospitales públicos lo realizan. A veces, la rapidez para actuar es incompatible con las listas de espera de la sanidad pública. Y el precio, con muchos bolsillos: el coste es de unos 2.000 euros por sesión, y se requieren tres o cuatro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que el número de afectados por la DMAE se triplicará en el futuro, debido al aumento de esperanza de vida de los países desarrollados. Hoy ya es la segunda causa de ceguera. Más de tres millones de españoles corren el riesgo de padecer DMAE. Sin embargo, poca gente la conoce. Para paliar este desconocimiento, es básica la información institucional, pero las perspectivas no son muy halagüeñas. Fuentes del Ministerio de Sanidad y Consumo declaran que "no existe ninguna campaña para dar a conocer la enfermedad". La Agencia de Salut Pública de Barcelona afirma que la degeneración macular asociada a la edad "es poco frecuente".