Un mes después de la orden de detención y registro dictada por un juzgado de La Línea de la Concepción (Cádiz), agentes de la Guardia Civil interceptaron ayer el Ocean Alert, una de las dos naves que la empresa cazatesoros Odyssey Marine Exploration mantiene en el Estrecho. El barco fue llevado al puerto de Algeciras para proceder a su registro ante la posibilidad de que esté implicado en un supuesto delito de expolio contra el patrimonio arqueológico español. Odyssey anunció en mayo que había recuperado del mar, en un punto que no identificó, un tesoro en monedas valorado en 371 millones de euros. España sospecha que pudieron salir de sus aguas.

El apresamiento se produjo sobre a unas 3,5 millas de Punta Europa, una vez que la nave entró en aguas españolas. Entonces se informó a la tripulación de la orden de detención y registro. Según el abogado de la compañía, Odyssey acordó con la Guardia Civil la entrega del barco para su registro en alta mar. No obstante, según el letrado, el Instituto Armado optó por llevarlo al puerto gaditano, donde permanecerá dos o tres días para la inspección.

Los barcos Odyssey Explorer y Ocean Alert permanecían atracados en Gibraltar desde que conocieron que podían ser apresados si entraban en aguas españolas. Esta orden del juzgado llegó transcurridos pocos días desde que la empresa anunció el hallazgo de un tesoro submarino formado por 500.000 monedas de plata y oro de la época colonial, valoradas en más de 371 millones de euros. Odyssey nunca indicó el lugar donde había hallado el barco con el tesoro, al que bautizó como Cisne Negro.