La obsesión por la seguridad desatada tras los atentados del 11 de septiembre en Estado Unidos ha llegado a los pasaportes españoles. El Consejo de Ministros aprobó ayer un nuevo modelo de este documento oficial de identidad que incorpora medidas que lo hacen más eficaz en la lucha internacional contra el crimen y el terrorismo, según explicó el ministro del Interior, Angel Acebes. El nuevo documento, creado a requerimiento de Estados Unidos, empezará a expedirse el 25 de julio y será obligatorio para viajar al país norteamericano a partir del próximo 1 de octubre.

En principio, el nuevo pasaporte sólo se expedirá en 21 ciudades de todas las comunidades autónomas. Hasta el 2004 no podrá obtenerse en cualquiera de las 320 oficinas de expedición que existen actualmente.

Acebes destacó ayer en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros que la decisión de cambiar el actual modelo de pasaporte era "imprescindible" y dijo que obedece a razones de "seguridad, agilidad y adaptación a la normativa europea e internacional". El documento incluirá firma y foto digitalizadas, lo que permitirá la lectura electrónica de los datos del ciudadano.

Este sistema de control es el exigido por Estados Unidos desde los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, en septiembre del 2001. El nuevo pasaporte librará al viajero de obtener visado para entrar en EEUU.

Según Acebes, la incorporación de nuevas tecnologías dificultará el uso fraudulento del nuevo pasaporte, lo que lo convertirá en un arma más eficaz para luchar contra el terrorismo, la delincuencia organizada y el tráfico de seres humanos.