España dejará de ser, al fin, uno de los países que más incumplen el protocolo de Kioto. El año pasado registró el mayor descenso de la historia en la emisión de gases de efecto invernadero con una caída del 8%, según las estimaciones provisionales hechas públicas ayer por la secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera.

La noticia es doblemente positiva porque la bajada no puede atribuirse a la crisis más que en una proporción muy pequeña, porque en el 2008 el PIB aún creció el 1,2%. No será hasta el 2009 cuando la caída de la producción industrial y del consumo impulsen aún más a la baja las emisiones. El factor clave en el descenso ha sido, en opinión de Ribera, "el cambio de modelo en la generación eléctrica". Las centrales de gas han sustituido a las de carbón y la cuota de las energías renovables --con la eólica a la cabeza-- es cada vez más alta. Todo ello hasta el punto de que el descenso de las emisiones del sector eléctrico ha alcanzado el 16%, esta vez según los datos ya definitivos proporcionados por la secretaría de Estado. ¿Cómo afecta el descenso al cumplimento del protocolo de Kioto? El protocolo solo permitía emitir a España el 15% más de gases que en 1990 durante el periodo 2000-2012, pero en el 2007 se alcanzó ya el 52%.