El peatón que quiere cruzar una calle o una carretera y alcanzar con vida la acera de enfrente lo mejor que puede hacer es buscarse un paso de cebra. España es el país europeo donde más peatones mueren en accidentes de tráfico (613 en el 2006), y casi todos --el 91,5%-- son atropellados fuera de un paso señalizado. En el resto de Europa, la cifra de personas que no cruzaban por un paso de cebra cuando se produjo el suceso desciende al 74%.

Un estudio realizado por Eurotest en 10 países europeos y presentado ayer por el RACC en Barcelona confirma la fragilidad del peatón en España, sobre todo en las ciudades. Mientras que en la carretera uno de cada siete muertos es un viandante, en las vías urbanas la cifra se eleva a uno de cada tres, como en Barcelona y Madrid, con 16 y 25 viandantes muertos el año pasado, respectivamente.

"En España experimentamos en los últimos años un descenso importante del número de muertos en el tráfico, también de peatones, pero aún no estamos a niveles europeos. Queda margen, pero es cada vez más difícil bajar ese número, por lo que cuentan más los detalles. De ahí que lo queremos segmentar y nos centramos, entre otros, en esos peatones", explicó ayer Miquel Nadal, el director de la Fundació RACC, que ha colaborado en el estudio.

Según Nadal, el objetivo del estudio es "concienciar tanto a peatones como a conductores" para que utilicen y respeten, respectivamente, los pasos señalizados, sobre todo en las vías urbanas. También se pretende que las administraciones mejoren las infraestructuras, con pasos mejor señalizados o protegidos, por lo que la Fundació RACC pide a los ciudadanos que a través de la Vía Directa en su web (www.racc.es) se envíen fotos y comentarios sobre pasos de peatones defectuosos o mal diseñados.

El informe también ve necesario que en la ley de seguridad vial hubiese más referencias a la seguridad del peatón. Por ejemplo, la única infracción que se refiere explícitamente a los pasos de peatones y que quita puntos del carnet (dos) es la de aparcar en el paso, pero no se penalizan acciones temerarias como atravesarlo a demasiada velocidad o no frenar a tiempo. También se apuesta por mejorar tanto el diseño de los pasos como la legislación, ya que no hay reglamentadas algunas actitudes.