Cada año se desechan en España 20 millones de teléfonos móviles, de los que un 90% se podrían reciclar en materiales que van desde plásticos, metales como hierro o cobre, hasta fibra de vidrio, y evitar así que su destino final sean vertederos o lugares inapropiados.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que abrió ayer la campaña del Tragamóvil, pidió a los ciudadanos que no tiren los móviles fuera de uso a la basura.

Desde el inicio de su actividad la Fundación Tragamóvil ha gestionado alrededor de 700.000 kilos de residuos de teléfonos móviles, lo que equivale a más de seis millones de aparatos, la mayoría de ellos en 2006, primer año de la campaña.

Al igual que el pasado año, Tragamóvil 2007 pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia que adquieren los residuos producidos por los teléfonos móviles y la necesidad de reciclarlos como fórmula para prevenir la contaminación y fomentar el desarrollo sostenible.

Narbona visitó el autobús que recorrerá las distintas comunidades autónomas durante hasta septiembre.