La Conferencia Episcopal Española (CEE) confía en que el Papa evitará en su viaje a Madrid una condena expresa de la invasión de Irak y se limitará a apelar a la paz, en un mensaje que pueda ser visto con simpatía por toda la sociedad, católica y no católica. Sin embargo, insistirá en que los españoles refuercen su identidad cristiana, perdida en una secularización creciente, y arremeterá contra el aborto y la disolución de la familia.

La jerarquía católica también espera que durante su estancia, de apenas 32 horas, Juan Pablo II haga una condena firme del terrorismo, como en sus anteriores viajes a España, en 1982 y 1993.

"La visita es estrictamente pastoral. El Santo Padre sabe que estamos a 25 días de las elecciones municipales y autonómicas y procurará que sus discursos no interfieran en la vida política", aseguran fuentes próximas a la CEE.