La top española Esther Cañadas, en un pequeño receso de su intensa historia de amor con el piloto de motos Sete Gibernau (al que acompaña por todo el mundo), se ha convertido en musa de uno de los fotógrafos más originales, David LaChapelle, el mismo que firma las fotos de Pamela Anderson que aparecen esta semana en Interviú.

Pero la unión de la modelo y el artista tiene un objetivo, ya que juntos han creado la imagen para la campaña publicitaria de la firma italiana Guru, el último gran éxito del mundo de la moda urbana, para el próximo otoño-invierno. La marca italiana, que esponsoriza al piloto de fórmula 1 Fernando Alonso, es propiedad del veinteañero Matteo Cambi, cómplice de correrías y negocios de Flavio Briatore (jefe de Alonso), con el que pasó unos días de vacaciones veraniegas en el yate del jefe del equipo Renault, junto al expresidente Aznar y su familia.

La sesión se realizó antes del verano en Los Angeles, en un avión partido por la mitad, en el que Cañadas posó en un diván de primera clase, rebosante de glamour. Cañadas está relajada profesionalmente, "porque está ennoviada y se lo puede permitir" económicamente, según una allegada.

PASARELA CIBELES Da igual su fuente de inspiración. Andrés Sardá siempre convoca aplausos desde su primera creación hasta la última. El público cambia de postura, abre los ojos con asombro y juega a imaginarse esos diseños fuera de la pasarela. Para el próximo verano, colección que presentó ayer en Cibeles, el diseñador propone creaciones que trazan un recorrido por la historia del biquini. Es su forma de rendir tributo a la prenda en su 60º aniversario. Y la adorna con cristales, vestidos, faldas y pareos, logrando una colección muy limpia. Siguiendo su costumbre de presenciar un desfile de Cibeles, la ministra Carmen Calvo eligió el de Amaya Arzuaga. En él contempló unos modelos en los que la diseñadora juega a construir volúmenes a base de pliegues.

FIN DEL VERANO El Corte Inglés lleva tiempo anunciándolo, pero la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, cortaron ayer la cinta inaugural de la tradicional vuelta al cole. Los duques de Palma fueron ayer a recoger a sus hijos después de su primer día de colegio. El pequeño, Miguel, estrenó cartera y párvulos. Pablo, el mediano, empezó P-5 y Juan, el mayor, se inició en primaria. No sólo los nubarrones dicen que se terminó el verano. También lo apunta el hecho de que ya no hay fotos de los tres niños dándose chapuzones a bordo del Fortuna .