La flor y nata de la sociedad catalana se dio cita el 28 de junio del 2002 en el Palau de la Música para celebrar la boda de Clara Millet, una de las hijas del entonces presidente de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música. Las facturas, por un importe de 81.156 euros, corrieron a cargo de la entidad cultural que dirigía. Sin embargo, los investigadores que analizan las cuentas del Palau de la Música han hallado otra sorpresa: Millet percibió la mitad de los gastos de sus consuegros. Es decir, al menos unos 40.000 euros.

Fuentes cercanas a la investigación admitieron que los consuegros de Millet habían pagado la mitad de la boda de su hijo, Xavi Rafart, con Clara, sin tener conocimiento de que, en realidad, el que pagaba no era el presidente del Palau y padre de la novia sino la fundación, según las facturas aportadas al proceso judicial abierto por el desvío de millones de euros de la entidad. Otras fuentes conocedoras del enlace precisaron que la familia del novio tuvo que reducir sus invitados para poder hacer frente al gasto.