Barrios enteros inundados por dos metros de agua, carreteras y explotaciones agrícolas desaparecidas bajo la marea, embarcaciones arrastradas a varios centenares de metros del mar.. Este es el panorama que pudo observar ayer Nicolas Sarkozy. Tras sobrevolar el devastado paisaje dejado por el mortífero ciclón Xynthia --con un balance provisional de 51 muertos y ocho desaparecidos--, el presidente francés anunció que hoy declarará la costa oeste zona de "catástrofe natural". La medida permitirá destinar tres millones de euros a los damnificados.

El jefe del Estado fue también de los primeros en abrir el debate sobre las causas del siniestro, provocado por la combinación de viento y olas y una crecida extraordinaria de la marea. Los diques no aguantaron un alza que se esperaba de 6 metros y superó los ocho, en una zona de la fachada Atlántica --los alrededores de La Rochelle-- donde algunas zonas se encuentran bajo el nivel del mar. Las poblaciones más afectadas --L´Aiguillon-sur-mer y Ch telaillon-plage-- bordean un golfo, lo que, según los expertos, favorece un "fenómeno de resonancia" de la marea. Además, están situadas entre la costa y un área de marismas, lo que dificulta la expulsión del agua.

Mientras los servicios de salvamento registraban casa por casa buscando a los ocho desaparecidos, las excavadoras trabajaron sin descanso para intentar reforzar los diques ante la llegada, anoche, de una nueva crecida.

AYUDAS A DAMNIFICADOS ¿Cómo es posible entonces que se haya dejado construir en estas zonas? La pregunta estaba ayer en boca de todos. A pesar de encontrarse en plena campaña de las elecciones regionales, los políticos no utilizaron la cuestión para alimentar la polémica. El estado de ánimo era más bien de recogimiento y reflexión. Además de anunciar ayudas para los damnificados, un plan de restauración de diques y el nombramiento de un mediador con las aseguradoras, el jefe del Estado encargó a los ministros de Economía e Interior, Jean-Louis Borloo y Brice Hortefeuxun, un estudio sobre las causas "de este drama inaceptable", en el que la mayoría de las víctimas han muerto ahogadas en sus propias casas. El informe deberá estar en el plazo de 10 días. Consternado, Sarkozy juzgó "intolerable" que "en pleno siglo XXI las personas se vean sorprendidas así por el agua mientras duermen". Francia pedirá también ayuda económica a Europa para hacer frente a unos daños que aún no han sido cuantificados pero que, sin duda, serán astronómicos.

Otro punto de polémica se refiere a la gran cantidad de hogares privados de electricidad. Llegaron a ser un millón el domingo, y ayer solo habían recuperado el servicio la mitad. Quedaban 220.000 casas sin corriente.

MEJORIA EN ALEMANIA Xynthia empezó a remitir por la mañana en Alemania, donde, tras dejar seis muertos --entre ellos un niño de 2 años--, las conexiones aéreas y por tren se fueron restableciendo a lo largo del día. Un portavoz de la compañía de ferrocarriles alemanes confirmó que los trenes volvían a circular con normalidad desde el mediodía, tras retirarse los árboles caídos que bloqueaban numerosos tramos. También se restableció el tráfico en el aeropuerto de Fráncfort, donde el domingo se anularon 250 vuelos.