Las muestras de apoyo a la familia del empresario catalán asesinado en Sant Cugat el pasado lunes desbordaron ayer por la mañana el cementerio de Collserola. Más de 2.000 personas despidieron a Joan Alsina, de 51 años, en un funeral al que asistieron numerosos trabajadores de la empresa del fallecido, algunos procedentes de las diversas delegaciones nacionales e internacionales de la firma. El sepelio estuvo repleto también de empresarios y políticos, entre ellos los dirigentes de Converg¨ncia i Unió Artur Mas, Josep Antoni Duran i Lleida y Xavier Trias. Alsina era tío de la concejala convergente del Ayuntamiento de Barcelona S²nia Recasens.

La tristeza que impregnaba el ambiente se mezclaba con la indignación ante un asesinato cuyo fin sigue siendo una incógnita. Entre los comentarios de desprecio ante tan macabra muerte destacaba el de Josep González, presidente de la patronal Pimec, a la que pertenecía Alsina. Sin tapujos, González reclamó que se endurezcan las leyes contra las bandas que asaltan viviendas.

"Se deberían poder juzgar con más fuerza situaciones como esta y otras no tan graves. Estas acciones deben tener su correspondiente sanción", insistió el dirigente de Pimec, tras pedir que no se especule con el caso --en referencia al debate sobre si se trata de un simple robo o hay un asunto más turbio tras del asesinato-- "porque es desagradable para la familia".

La ceremonia religiosa se inició al mediodía, aunque la mayoría de los asistentes tuvieron que quedarse fuera del tanatorio porque no había espacio suficiente para albergarlos a todos. Minutos antes, la viuda y las dos hijas de Joan Alsina, de 15 y 17 años, llegaron al cementerio visiblemente afectadas.

EL ´IMAGINE´ DE LENNON Durante la ceremonia, en la que se pudo escuchar el Imagine de John Lennon, uno de los cinco hermanos de Joan Alsina, Jaume, uno de sus cuñados, Alfredo, el presidente de la oenegé Justícia i Pau, Arcadi Oliveres, y un representante de Encofrados J.Alsina quisieron dedicar unas palabras al fallecido. Todos los asistentes, muy afectados, recordaron a Joan Alsina como "una buena persona" e insistieron en que "no tenía enemigos".

En el recordatorio de la ceremonia se podía leer la palabra Paz en seis idiomas distintos, así como una cita del filósofo hindú Osho: "No hay seguridad en ninguna parte. La vida es insegura y no tiene fondo... es ilimitada".

El Grupo Alsina cerró en señal de duelo sus centros de trabajo en España y el resto del mundo y no reemprenderá su actividad hasta el próximo lunes.