Hay que salir a la calle. Hay que expresar la alegría. Hay que compartir la felicidad de los Reyes. Hay que ser agradecidos. Y, sobre todo, hay que ser comprensivos con los problemas. Estas son las cuatro recomendaciones que el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón (PP), ha realizado a los madrileños con motivo de la boda real.

El alcalde emitió ayer un bando, el segundo desde que las urnas le dieron la victoria, hace ya un año. El edicto insta a los vecinos a "devolver" el calor y el apoyo que la Corona ha dado a la capital "en su hora más difícil".

No lo dijo expresamente, pero Ruiz-Gallardón se refería al funeral por los 192 muertos del 11-M. En aquella ocasión, todos los miembros de la familia real saludaron uno por uno a los familiares de los fallecidos. El ambiente fue tan triste que la Reina, el Rey, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín no pudieron evitar las lágrimas. Ahora, con motivo del próximo enlace, el alcalde pretende que los vecinos devuelvan los gestos de cariño.

"Es preciso --continúa el bando-- que todos hagamos un esfuerzo especial, aportando la máxima participación y la más afectuosa de las actitudes para que la celebración sea un éxito".

El sábado, unos 5.600 medios de comunicación de todo el mundo estarán pendientes del enlace real. Según el alcalde, se trata de una oportunidad "única" de que los madrileños se muestren "como son". "El Madrid inquieto, creativo, cálido, cercano, cosmopolita y dinámico habrá de acudir a la cita y ofrecerse como un valioso presente para la familia real y para España", añade el bando.

El alcalde inauguró por la noche la iluminación de los monumentos más emblemáticos del centro de Madrid, como la fuente de la Cibeles y la de Neptuno. Durante el día, los operarios continuaron adornando con lonas artísticas los edificios en obras. Un cartel rosa con el logotipo de la boda cubre desde ayer El Corte Inglés de Preciados.