Tras dos años haciendo planes Alfonso Amores acaba de iniciar una gran aventura que le llevará a recorrer en bicicleta buena parte de España, de Europa y de Asia hasta alcanzar su destino: la India, a más de 9.000 kilómetros de su casa en Mérida. Este emeritense de 30 años edad comenzó el miércoles un gran viaje en el que espera encontrar nuevas y grandes experiencias durante los próximos meses. Pero no lo hará solo. Su compañía se llama Sila, y es una perrita que llegó a su vida las pasadas navidades. Lo hizo de forma provisional, pero el tiempo compartido le ha hecho tomar un cariño muy especial y ahora no quiere separarse de ella.

Su participación en el viaje ha motivado un cambio de planes en cuanto al equipaje que tenía previsto llevar. Tras plantearse varias opciones, finalmente se hizo con un carro que unido a su bicicleta le aporta el lugar perfecto para transportar a Sila, pero también le permite aumentar el equipamiento.

En total entre la bicicleta y el carro --incluida Sila-- carga con 60 kilos de material en el que no le falta de nada. Tienda de campaña, saco de dormir, hasta un toldo para protegerse del sol. Y es que Alfonso pretende que sea un viaje "muy económico", por lo que dormirá en la calle siempre que sea posible. No le falta ni la silla ni la mesa plegables, para los ratos de descanso.

Tampoco lleva mucho presupuesto para comprar comida. Para ello transporta alimentos en una pequeña nevera y los utensilios mínimos para cocinar, como un pequeño fogón a gas y una cazuela. En el equipaje no falta un completo botiquín, ropa de abrigo para soportar las temperaturas bajo cero que se encontrará en el camino, e incluso un kit de supervivencia del ejército (pastillas potabilizadoras de agua, para encender fuego o una navaja multiusos.

La música también será una buena compañera de viaje. Y en este punto entra uno de los aspectos más interesantes de su equipamiento, puesto que podrá escuchar las horas de música que lleva en su MP3 gracias a que cargará sus baterías con un aparato conectado a una dinamo. Pero no es el único sistema para generar energía del que dispone, ya que también tiene una pequeña placa solar, que le ayudará a recargar las baterías de su linterna o del móvil. Dice que lo lleva por seguridad, y para mantener un mínimo de contacto con su familia, con quienes se comunicará siempre que pueda por carta.

Alfonso dice que se ha inspirado en historias similares de ciudadanos de todo el mundo que ha leído en revistas y blogs de internet. "Si ellos han podido, yo también", aunque es consciente de que se enfrentará a algo nuevo para él. Este estudiante de Comunicación Audiovisual es un gran aficionado a viajes que ha realizado en numerosos puntos del planeta y en casi todos los medios de transporte, aunque eso sí, éste será el primero en bicicleta.

Cuando se le pregunta por la razón del viaje comenta que es su forma de rebelarse ante una sociedad en la que cree que está todo excesivamente programado. "Cuando tienes una edad se supone que tienes que trabajar, buscar estabilidad, una pareja, una casa", señala. Así, y aunque dice que no se trata de una huida, afirma que este viaje es una buena forma de "probar cosas nuevas" y de buscar "una experiencia a lo bestia".

Para ello, aunque lleva mapas, no se ha planificado una ruta para seguirla al detalle, ni siquiera se ha marcado unos hitos irrenunciables. Sus primeras pedaladas le llevarán al norte, siguiendo la Vía de la Plata hacia Santiago. Después recorrerá la cornisa cantábrica hasta llegar a Francia, donde tomará la ruta del mediterráneo cruzando países hasta llegar, si las fuerzas lo permiten hasta Asia. Allí le espera su objetivo, la India. Seguro que a su regreso tendrá más de una historia que contar. Buen viaje.