Antonio Pacheco Rodríguez, ese es el nombre de mi padre, un hombre con el único título, que muy pocos pueden ostentar, el de la vida, con su sudor y sufrimiento, desde los 14 años, albañil, (para mí, el mejor), y que por desgracia, su cuerpo se me ha ido. En realidad se nos ha ido a toda mi familia, a mi madre, Ana; a mi hermano, José; a sus nueras: Elvira y Toñi; a sus nietos: Any, José e Irene; a sus hermanos: Juan, Inocente y José; cuñadas: Joaquina, Amalia y Sole; y a sus sobrinos, amigos, vecinos y demás seres queridos.

Pero digo lo de "se me ha ido", porque era mi amigo, sí, como lo digo, mi amigo en mayúsculas. Siempre estaba ahí, en los buenos y malos momentos, al irnos de pesca, al sentarnos juntos a la mesa, al trabajar en sus garnachas , en nuestro campo, en mi casa, junto a mí.

Solamente te digo una cosa, papá, tu cuerpo se ha podido detener, pero tú siempre estarás conmigo, de hecho, aunque no soy creyente-practicante, siento que estás a mi lado en estos momento duros para nosotros. Por ello te pido una cosa, cuida de mamá, que lo está pasando mal, los demás sabremos sobreponernos y cuidarnos, pero tu compañera desde hace 59 años (50 casados y 9 hablando, como decías antes), lo está pasando mal. Hazme ese favor, vale?

Y solamente una cosa más, aunque creo que ya lo sabes, te echo de menos y te quiero.

Juan-Martín Pacheco Santos