La Policía austríaca está investigando el origen de cuatro embriones humanos conservados en recipientes de cristal y hallados en el domicilio de una mujer de 68 años que falleció la semana pasada.

Los primeros análisis forenses han determinado que los cuatro fetos estaban entre las semanas 10 a 16 de gestación, aunque aún ha de realizarse una autopsia para precisar exactamente la edad y el origen de los restos y cuánto tiempo llevaban en los recipientes donde fueron encontrados.

Según informó hoy la radiotelevisión pública ORF, el hallazgo se produjo en la ciudad de Innsbruck, a unos 480 kilómetros al oeste de Viena, en el domicilio de una mujer que falleció el jueves pasado de muerte natural en una clínica de la ciudad.

La agencia austríaca APA indicó que la fallecida había pedido a su compañero sentimental que se deshiciera de los cadáveres, ante lo que acudió a informar a la Policía.

En el proceso para aclarar el caso, los investigadores han tomado pruebas de ADN de la mujer fallecida para comprobar si existe relación con los fetos encontrados.

Hace dos años, un tribunal austríaco condenó a cadena perpetua a una mujer por haber matado a sus cuatro bebés, nacidos en un periodo de tres años, y cuyos cadáveres fue escondiendo en distintos puntos de su vivienda.

El pasado año, una pareja fue también detenida en Austria bajo la acusación de haber asesinado a sus tres bebes y haberlos enterrado en el sótano de su casa entre los años 1977 y 1980.