El cadáver de la joven de 22 años Yasmila Arrocha Gutiérrez, desaparecida el pasado martes en Lanzarote, fue encontrado ayer semienterrado junto al cementerio de la capital lanzaroteña.

Un soldado que era investigado por la policía como sospechoso, de 22 años, se suicidó al conocer la noticia con su arma reglamentaria.

El cuerpo de la desaparecida, que fue encontrado por familiares y una amiga cuando rastreaban la zona, presentaba signos de violencia, según los datos facilitados a Efe por fuentes de la investigación. Al parecer, el soldado y Yasmila mantenían una relación, si bien la desaparecida, que era madre de un niño de 3 años, residía con su novio, según las mismas fuentes.