Yolanda Becerra, de 44 años y nacionalidad española, murió ayer apuñalada y su hijo, de once años, asfixiado a manos de la pareja de ella en el domicilio que compartían en el municipio madrileño de Alcalá de Henares.

Poco después, el supuesto agresor, Lázaro Daniel A.A., de 33 años y origen cubano, se presentó en comisaría y confesó la doble agresión, por lo que fue arrestado, explicó a Efe el comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía de Alcalá, Jesús Figón.

El detenido, sobre el que no hay constancia de que hubiera denuncias de malos tratos ni que pesara sobre él una orden de alejamiento, ya había sido detenido en cuatro ocasiones por agresión sexual, lesiones, atentado a agentes de la autoridad, amenazas, resistencia y desobediencia y por infringir la Ley de Extranjería, según la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Sobre las 18.05 de ayer Lázaro Daniel acudió a la comisaría de Alcalá y confesó que "había dejado herida a su pareja en su domicilio", en la calle Dulcinea.

Los agentes detuvieron al supuesto homicida al tiempo que varios coches patrulla se dirigieron a la vivienda indicada, que tuvo que ser franqueada por los bomberos al encontrar la puerta cerrada.

Cuando entraron en la vivienda los agentes hallaron muertos a la mujer, que tenía clavado un cuchillo en el abdomen, en el cuarto de baño y a su hijo en un pasillo. Los médicos del servicio de urgencias de la Comunidad de Madrid no pudieron hacer nada para salvar sus vidas.

El Ayuntamiento de Alcalá ha convocado para hoy, a las 19.00 en la plaza de Cervantes, una concentración para condenar el doble homicidio.