La Iglesia episcopaliana de EEUU se ha puesto definitivamente en la primera línea del debate sobre la homosexualidad. Los líderes reunidos en Minneápolis (Minnesota) aprobaron el jueves una resolución en la que reconocen que la celebración de ceremonias de unión de parejas homosexuales está dentro de sus "límites de vida común". La decisión se produce apenas unos días después de la confirmación del reverendo Gene Robinson como el primer obispo declaradamente gay, una polémica decisión que ha llevado al arzobispo de Canterbury a convocar una reunión de líderes anglicanos en octubre.

COMPRENSION

En un ejercicio de equilibrismo moral, la resolución aprobada en Minneápolis ni apoya ni prohíbe la celebración de esas ceremonias. Lo que hace es reconocer que los párrocos y obispos que las celebran o las permiten a nivel local no están violando las leyes de la Iglesia episcopaliana. "Reconocemos que las comunidades de fe locales están operando dentro de los límites de nuestra vida común cuando exploran y experimentan las liturgias que celebran y bendicen uniones del mismo sexo", reza la resolución. El texto ha vuelto a provocar las denuncias de los sectores más conservadores, a pesar de que evitaron que se creara una liturgia específica para esas ceremonias.