Un virulento incendio angustió ayer a los habitantes de Girona. El fuego se declaró en uno de los extremos de la ciudad y el fuerte viento lo llevó hasta las puertas de dos barrios. Unas 240 personas hubieron de abandonar precipitadamente sus domicilios mientras los bomberos luchaban contra las llamas para evitar que llegasen a las casas. La consejera de Interior, Montserrat Tura, afirmó que probablemente comenzó de forma fortuita.

"Sólo han sido seis hectáreas de vegetación, aunque nos preocupaba enormemente porque el fuego estaba muy cerca de las casas", señaló Tura en el parque de bomberos de Girona. El incendio comezó en el barrio de la Font de la Pólvora poco después de las cinco de la tarde y las fortísimas ráfagas de viento, que alcanzaron 108 kilómetros por hora, hicieron el resto. En pocos minutos ya ardía el sector de Montilivi, al otro lado del río Onyar.

Aunque en un primer momento se especuló con la posibilidad de que fueran dos incendios, el jefe de los bomberos de Girona, Antoni Rif , lo descartó. "No nos sorprende que haya saltado el río".