El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha condenado a la Junta a pagar 140.000 euros a la familia de la sevillana Carmen Espejo por los "daños morales" causados, tras haberla apartado de sus dos hijas durante seis años. El abogado de la madre, que pedía 1,8 millones de euros, reclamará ante el Supremo.

En julio del 2000, los servicios sociales del colegio detectaron "lesiones" y problemas de adaptación en las niñas, que tenían 5 y 4 años. Carmen, una limpiadora municipal separada con una discapacidad del 30%, vio cómo Bienestar Social le retiraba la tutela de sus hijas.

Ahora, el tribunal reconoce que la Junta "actuó con crueldad y causó un daño ilegítimo" a la familia, y que "debió abstenerse de intervenir sobre la guarda y custodia". Carmen dice que "no se puede pagar" el sufrimiento que ha pasado, y subraya que la Junta nunca le dijo las razones para quitarle la custodia.