La información que facilitó en 1998 la policía británica a la española sobre el historial delictivo de Tony King en el Reino Unido y el peligro que significaba su presencia en España acabó archivada en algún rincón de las dependencias de Interpol en Madrid y en la comisaría de Málaga.

Ningún detalle acerca del asesino confeso de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes fue incluido en la base de datos de la policía española. Así lo confirmó ayer en el Congreso de los Diputados el ministro del Interior, Angel Acebes, quien achacó a la información incompleta facilitada por Londres el hecho de que los inspectores españoles no estrecharan el círculo sobre King.

Acebes, cuyas explicaciones defraudaron a la oposición, añadió que si la policía británica no se hubiera limitado a pedir la localización del camarero británico en España o, incluso, hubiera pedido una extradición o una investigación más exhaustiva, los agentes españoles hubieran movido muchas más fichas. Sin embargo, Londres no lo hizo. Es más, los agentes británicos calificaron el asunto de "importancia baja", según el ministro. Acebes insistió en que Londres no facilitó un historial delictivo completo, sino que se limitó a apuntar que King era una "amenaza potencial para las mujeres en España".

REFORMAS LEGALES

El hecho de que los investigadores no estimaran oportuno incluir a King en los ficheros informáticos policiales no fue un error, según Acebes. El ministro aseguró que la ley no permite incluir en esas listas a personas que suponen un riesgo potencial, especialmente cuando tienen los antecedentes penales cancelados, como era el caso de King. "Las bases de datos están reservadas a delincuentes que tienen abierto un proceso judicial", subrayó.

Tras exponer su versión, pidió a los parlamentarios abrir un debate sobre la necesidad de emprender reformas legales para que las bases de datos policiales puedan incluir a individuos con un riesgo potencial de cometer un delito. "Creo que debería ser así, aunque hay que hablar del tema de la constitucionalidad y la reinserción de los presos", dijo.

El titular de Interior subrayó que ni Rocío ni Sonia murieron por un error policial o judicial. El ministro insistió en que la "escueta" comunicación que Interpol en Londres mandó a Interpol en Madrid en 1998 indicaba "genéricamente" que todas las víctimas de King habían sido mujeres.

Tras escuchar las explicaciones de Acebes, todos los grupos de la oposición pusieron de manifesto el contrasentido policial que supone tener constancia de la peligrosidad de King y, sin embargo, no hacer nada. Especialmente críticos fueron PSOE e IU, que insistieron en la "descoordinación entre los cuerpos policiales".