El no va más. Ben Affleck, el pavisoso actor que entregó el último Oscar a Pedro Almodóvar, más conocido como novio de Jennifer López, también llamada J.Lo, ha demostrado ser aún más hortera que Udai Sadam y sus deportivos chapados en rosa. En el colmo del kitsch, el actor le ha regalado a su prometida una tapa de váter con piedras preciosas incrustadas. "Es lo que se merece mi princesa," ha dicho Affleck, autor del diseño del citado objeto que contiene joyas por valor de 105.000 euros (más de 17 millones de pesetas).

La tapa, de forma idéntica a la de todas, es de un plástico transparente relleno con rubís, zafiros, perlas y diamantes. Sin duda, Ben pretende que Jennifer se sienta rica incluso en un trance que a todos iguala.

Las piedras están recubiertas del material plástico, que aporta una superficie lisa y confortable, a fin de que las joyas no arañen el trasero de Jennifer, asegurado por su propietaria en un millón de euros.

La actriz, que ya se ha casado con dos don nadie , a los que les debía comprar hasta el tabaco, se ha desquitado de su complejo de niña pobre del Bronx con Affleck. El actor ya le regaló un anillo de compromiso de tropecientos kilates y hasta tuvo el detalle de obsequiar a la mamá de Jennifer con un descapotable.

La actriz, empeñada en ser la reencarnación de Cenicienta, no podía recibir un obsequio más apropiado que la susodicha tapa de váter. Pero, como la chica es un lince para los negocios, no sería de extrañar que ella misma comercialice el objeto, versión bisutería, para sacarles unos dólares a las cenicientas que nunca serán princesas. Para que la envidien hasta en el váter.