El Premio Nobel de Literatura José Saramago sufrió el miércoles pasado un aterrizaje forzoso tras asistir a una firma de libros en la ciudad de México (en la fotografía).

El escritor portugués acabó más baldado que de costumbre en el acto de promoción de su última novela, El hombre duplicado . Porque, a parte de las magulladuras, se fue de la firma con agujetas en la muñeca.