La primera jornada del juicio coincidió con la muerte de uno de los 276 afectados. Juan Chavés, de 61 años, podría ser la cuarta víctima directa del contagio. Otros 19 murieron "por edad avanzada", explica la presidenta de la asociación de afectados, Amparo González, para quien no hay duda de que esta defunción es directamente imputable al caso. Ella misma dio a conocer la noticia a la puerta de los juzgados.

El fiscal y los afectados creen probado que Maeso fue el foco del contagio porque "primero se administraba anestésico sobre su propio cuerpo y después sobre los enfermos, inyectándoles con el mismo material quirúrgico".

Hay acreditados contagios con el genotipo de Maeso entre 1988 y 1998. Basándose en que el número de infectados fue de 276, el fiscal solicita una pena de 2.214 años de prisión y una indemnización de 30 millones. La estrategia de su abogado es reiterar que el acusado es una víctima más.