Jose Cebriá fue protagonista activa de la agitación cultural que removió los cimientos de Cáceres a principios de los 80. Ella fue el ojo que retrató una manera de vivir, de vestir, de sentir, de crear... Y ha reunido esas instantáneas en la exposición ´Cuando Cáceres era moderna II´, que se ha podido ver durante el último mes en El Corral de las Cigueñas. Ellos fueron la aristocracia de una generación que es recordada todavía hoy.

--Fotografió a los personajes más lujosos y delirantes: ¿Quiénes eran los nombres imprescindibles de aquella fiesta que fueron los primeros 80?

--Cuando lo estás viviendo no te das cuenta, pero con perspectiva podrían ser Juanjo Narbón, Ricardo Vaquero, El Bola, Marce Solís, El Negro, Clara Pastor y tantos otros. De todos modos, el tiempo barre con todo y queda poco de todo aquello.

--¿No queda nada?

--Bueno, abrió las puertas para que luego se hicieran más cosas. Había una iniciativa particular que fue respalda privada e institucionalmente y provocó que se hicieran más cosas. Eso queda.

--Pero, ¿fue algo espontáneo o surgió jaleado por políticos?

--Fue espontáneo, pero las instituciones se hicieron eco de lo que bullía en la calle. Eso permitió que se generará una gran actividad cultural. Se vivía una apertura y la gente quería hacer cosas. Y, ante todo, había muchas ganas de diversión.

--Con el tiempo todo aquello se ha mitificado...

--Igual que se han mitificado los 60 y los 70. Todo se mitifica. Con el tiempo, todo parece mejor y más divertido.

--¿Eran conscientes de que estaba pasando algo?

--Sí. Veíamos que se fomentaba la moda, la música, el arte... aunque no sabíamos la repercusión que iba a tener en el futuro.

--Supongo que eran un grupo muy heterogéneo...

--Claro. No éramos algo uniforme. La ciudad no estaba volcada en la modernidad, para nada.

--¿Qué les unía?

--Las ganas de saber y hacer cosas. Nos reconocíamos en un primer momento por las ´pintas´, pero había mucha gente que no las tenía y también era muy creativa y con iniciativa. La creatividad era muy importante.

--¿Ya no es Cáceres moderna?

--No lo sé. Antes se potenciaba la modernidad. Ahora no es igual, no es tan creativa. Ni mejor, ni peor; sencillamente diferente.

--La memoria es mentirosa y manipuladora. ¿Ha engrandecido el tiempo a los personajes de aquellos años?

--A algunos los ha engrandecido y a otros los ha olvidado. El tiempo pone muchas veces las cosas en su sitio. Existió algo, otra cosa es como se venda hoy eso.

--¿Queda de aquel tiempo algún moderno hoy, o la modernidad tiene fecha de caducidad?

--Tiene momentos. No se puede ser eternamente moderno. Puedes tener y mantener la mente abierta, pero mantener aquella postura hoy no sería moderno. Eso sí, la gente que tiene interés por las cosas, renueva día a día ese interés.

--Las ´pintas´ eran fantásticas. ¿Se ha perdido la sofistificación y la diversión en el vestir?

--Entonces había menos cosas al alcance y teníamos que inventar nuestra propia imagen. Era rupturista y más individualista porque teníamos que echarle mucha imaginación. Mucha gente se hacía su propia ropa y generaba su propia imagen.