Los expertos reunidos en el III Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios, que se celebra ayer y hoy en el Palacio de Congresos de Tarragona, han defendido el derecho de los trabajadores a decidir su horario laboral como un mecanismo para incrementar la productividad.

Esta es una de las principales conclusiones del congreso, resultado de las cuatro mesas redondas (El tiempo de las personas, trabajo y calidad de vida; Movilidad urbana, trabajo y calidad de vida; Salud, trabajo y calidad de vida; Tiempos urbanos versus tiempos rurales) que han tenido lugar en el marco de este encuentro.

Según los expertos, tras más de diez horas de trabajo sin descanso resulta "imposible" rendir con "eficiencia" y ser productivo, de modo que un horario laboral excesivamente largo no sólo va en detrimento de los trabajadores, que ven cómo no pueden conciliar su vida laboral con la personal, sino también de las empresas.

Tampoco la rigidez de horarios es un buen incentivo para la productividad, algo que se refleja en las encuestas, que señalan que los trabajadores que deciden su horario hacen 43,3 horas semanales, por 39,5 horas los que tienen un horario impuesto y 39,7 horas las personas con un horario flexible decidido por la empresa.

Sin embargo, el porcentaje de trabajadores que deciden su horario es relativamente pequeño, del 9%, mientras que un 76,6% del total tienen un horario rígido y un 14%, flexible decidido por la empresa.

Son las grandes empresas las que más promocionan la independencia laboral de los trabajadores, pero éstas sólo representan un 7% del total, mientras que el 93% "no han descubierto que la flexibilidad laboral es una herramienta muy competitiva de conciliación".

En este sentido, las conclusiones del congreso defienden el derecho de los trabajadores a decidir su horario laboral como mecanismo para incrementar la productividad de las empresas, a la vez que para fomentar la conciliación de la vida laboral y familiar, sobre todo en el caso de las mujeres, y contribuir a la igualdad de géneros.

Por ello, este documento insta a administraciones, empresas y sindicatos a trabajar en esta dirección que, además de incrementar la productividad en un momento de "crisis profunda", servirá para combatir el problema del absentismo.

Los expertos consideran que se debe retornar a un modelo de trabajo donde "los resultados y objetivos" primen ante el factor tiempo y presencia física y apuntan a la necesidad de que las administraciones contribuyan al ahorro de tiempo mediante "una buena planificación en conceptos como la movilidad, el urbanismo o las infraestructuras".

Entre otras medidas, proponen la potenciación del transporte público para acortar los desplazamientos, así como la creación de más escuelas, guarderías y centros de día.

Por otra parte, aseguran que decantarse por el alquiler de una vivienda frente a la opción de la compra puede resultar beneficioso para el trabajador porque, en caso de cambiar de lugar de trabajo, podrá cambiar de domicilio para estar más cerca de éste.

Durante esta segunda jornada del congreso también se han entregado los galardones de la III edición del Premio para Racionalizar los Horarios Españoles, un distintivo que reconoce y premia las mejores iniciativas que desde diversos ámbitos se han desarrollado a lo largo del último año en materia de racionalización de horarios.

Este año las entidades galardonadas han sido el diario La Vanguardia, Iberdrola y la Fundación Alares. La entrega de premios ha servido como colofón al III Congreso Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, evento organizado y promovido conjuntamente por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles y el Departamento de Trabajo de la Generalitat de Cataluña.