Ponerse delante de un toro o a los mandos de un Citroen 2 cv. Difícil elección para el placentino Jesús Talaván, el joven banderillero conocido como El Niño de Plasencia , que a su pasión por los toros suma la afición por el Citroen dos caballos. Tanto es así que este fin de semana se ha encargado de organizar la II Concentración Ibérica del Club 2 cv de Extremadura en Plasencia, en la que han participado una treintena de amantes de este clásico del motor.

Jesús ha encontrado la forma de compaginar su profesión con su afición ya que afirma que "cojo el Citroen a diario. Cada vez que voy a entrenar el toreo de salón o con las banderillas lo cojo y también para ir por la ciudad". El suyo es un dos caballos verde oscuro del año 1976, que llegó a sus manos a través de sus suegros. "Ellos lo tenían parado a la puerta de casa, así que lo puse al día y le he ido sustituyendo las piezas por otras nuevas", explica.

Confiesa que no es un amante de los clásicos de siempre sino desde hace unos seis años, pero reconoce que "esto es como un venenillo que te va picando y si ves otro dos caballos, te dan ganas de comprarlo, pero no estamos en una buena época para eso". Así que seguira disfrutando con su mujer y su hijo de nueve meses de una afición que recomienda porque "por los clásicos, una vez que pasan los 25 años, no tienes que pagar el impuesto de rodaje. También se paga poco de seguro y el motor es muy pequeño así que no consume mucho".

A esto suma que "la mecánica es muy simple y sencilla porque se refrigera por aire y los precios de las piezas son baratos en relación a otros clásicos, además, es una gozada ir sin la capota en verano".

Así se han paseado muchos de los treinta participantes en la concentración nacional de dos caballos, que este fin de semana han recorrido Plasencia, Monfragüe y la comarca de La Vera. A los socios extremeños se han sumado aficionados de Madrid, Toledo, Valencia, Alicante, Bilbao o Zamora, que han sorprendido a más de uno con sus vehículos.

Casualmente y a pesar de organizar la actividad, Jesús solo ha podido participar uno de los tres días en la concentración porque "lo primero es el trabajo" y tenía que torear en Las Matas, Madrid. Está contento porque, en lo que va de temporada, ya ha participado en cuatro festejos, en Talavera de la Reina; en Moralzarzal, Madrid; en Jerez de los Caballeros y en Talavanca de Jarama, Madrid.

No se queja porque tiene más citas previstas, pero tiene claro que a su hijo "me gustaría transmitirle mis dos aficiones, el toreo y los dos caballos, pero como aficiones. Espero que le gusten los toros, pero que no sea torero porque este es un mundo muy sacrificado y te juegas la vida, sales de casa y no sabes si vas a volver con los pies por delante", reconoce.