El anuncio del ministro del Interior, José Antonio Alonso, de aumentar la edad mínima para poder conducir un ciclomotor de 14 a 16 años ha disparado las alarmas en la industria de las dos ruedas, especialmente en aquellas empresas, casi todas ubicadas en Cataluña, tipo Derbi, Gas-Gas o Beta, que basan buena parte de su negocio en motos de ese segmento. Los fabricantes consideran que Interior "ha utilizado la vía más cómoda, rápida y resultadista para reducir los accidentes".

Eduardo Bigas, alto ejecutivo de Honda España y nuevo presidente de ANESDOR, la asociación española de constructores de motocicletas, argumentó que "la función de los responsables del tráfico no es reducir, de golpe, el número de vehículos para que disminuya el número de accidentes, de muertos, pues eso es sencillísimo, sino tomar decisiones que reduzcan los accidentes con el mismo número de vehículos en las calles". "Eso es lo difícil y lo que se debe lograr", resumió.

Leo Mercanti, consejero delegado de Derbi, partidario de medidas educativas y no de "actitudes represivas", se preguntaba ayer si "una vez hechos desaparecer a los muchachos de 14 a 16 años de nuestras calles, la siguiente medida será prohibir que los jóvenes de 18 a 30 años conduzcan los fines de semanas para evitar más muertes".

Mercanti avisó, además, que la decisión "puede poner en peligro la viabilidad de la compañía dedicada a su fabricación. También considera que no es de recibo argumentar que con la medida se baja la siniestralidad, porque de los más de 5.000 muertos de tráfico del año pasado, sólo 20 son menores de 16 años que iban en ciclomotor.