Hubo malos tratos pero es imposible saber quién las cometió. La Audiencia de Girona ha absuelto a los 12 mossos acusados de apalear a un detenido en la comisaría de Roses. La sentencia concluye que sí hubo agresiones contra Driss Zraidi en los calabozos, pero que no hay pruebas contra los agentes. Además, considera que la declaración de la víctima sobre la autoría "no es fiable ni verosímil".

La resolución judicial admite que "varios agentes" entraron, la madrugada del 4 de agosto de 1998, en la celda de Zraidi y "le profirieron insultos como ´hijo de puta´ y ´moro de mierda´, le dijeron que le iban a matar" y le "zarandearon y empujaron" en represalia por la actitud violenta del hombre al ser detenido por una infracción de tráfico. No obstante, el fallo advierte de que las dos costillas rotas que tenía Zraidi habían sido consecuencia del forcejeo inicial y no de las supuestas lesiones en la comisaría.

La hora en que se produjo la agresión también provoca dudas a los jueces. Durante la vista, no se pudo acreditar cuándo se grabaron las conversaciones en las que se oían "gritos y lamentos" de Zraidi, por lo que se desconoce exactamente los autores.