La planificación familiar y el uso de anticonceptivos sigue siendo una asignatura pendiente de las inmigrantes. La tasa de abortos entre este colectivo es de 30 por cada 1.000 embarazos, cinco veces mayor que entre la españolas (6 por 1.000), según reveló ayer el último informe anual Estado Mundial de las Madres de la onegé Save the Children. El estudio subraya como resultado de esta desproporción que entre el 40% y el 50% de los abortos que se practican en España corresponden a mujeres extranjeras.

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, que presidió la presentación del informe, explicó que estos datos proceden de una encuesta entre 15.000 mujeres que abortaron en 12 clínicas privadas de Andalucía, Madrid, Catalunya, Comunidad Valencia y Canarias. Salgado anunció que, para manejar una "estimación más fiable", su departamento ha solicitado a todas las comunidades autónomas que en el futuro incorporen este dato en sus estadísticas.

Según la portavoz y patrona de Save the Children, María Jesús Mohedano, aunque el sistema de salud español ofrece un fácil acceso a una atención médica de calidad a las mujeres inmigrantes, muchas de ellas provienen de países en las que no existe una atención médica prenatal sistematizada, y siguen actuando como si estuvieran en sus países de origen y acuden a los servicios de salud solo en casos graves.

Así, es frecuente que realicen el primer control del embarazo a partir de las 18 semanas.

"Hay que tratar de que acudan a su centro de salud no solo cuando ya están embarazadas sino cuando están pensando en tener un bebé", subrayó Salgado. Mohedano insistió en que "no se trata de imponerles el número de hijos que debe tener, pero si de que se informen y puedan optar por tener menos y más sanos".