La Agencia Europea de Medio Ambiente pronostica en un informe que las olas de calor como la registrada el año pasado, que incrementó en la Unión Europea en más 20.000 los fallecimientos, "aumentarán durante este siglo en frecuencia e intensidad" y elevarán la mortalidad. Por el contrario, las víctimas del frío tenderán a bajar en invierno.

Un estudio del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica de Estados Unidos establece que a finales del siglo XXI las canículas en el continente europeo serán un 31% más frecuentes y un 30% más largas que en la segunda mitad del siglo XX.

La investigación realizada en norteamerica señala que España será uno de los países del mundo donde las olas de calor se recrudecerán más y que durante ellas las temperaturas nocturnas tenderán a subir más de tres grados.