Miles de regantes acompañados por los más altos dirigentes regionales del PP, y con el presidente del partido, Mariano Rajoy, a la cabeza, se manifestaron ayer en Murcia en protesta por el volumen de agua que el Gobierno ha decidido enviar a la comunidad autónoma desde el trasvase Tajo-Segura.

La marcha colapsó el centro de la capital murciana con un número de participantes muy próximo a los 200.000 que calcularon los organizadores. La Delegación del Gobierno rebajó la cifra a 75.000, y la Policía Municipal, a la órdenes de un alcalde del PP, la elevó a 400.000.

La protesta estuvo encabezada por unos 12 tractores y camiones frigoríficos. Detrás viajaba una pancarta de unos 15 metros con el lema de la convocatoria "En defensa del trasvase Tajo-Segura. Necesitamos agua", y tras ella los representantes del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura y unas 60 organizaciones agrarias de Murcia, Alicante y Almería.

Los regantes y agricultores eran los convocantes de la marcha, pero el PP también se sumó con sus propias pegatinas de "Agua para Todos" y la reivindicación del trasvase del Ebro. El PSOE había decidido unas horas antes descolgarse de la protesta.