Dos médicos forenses serán los que determinen si S., de 11 años, puede declarar en el juicio que se celebra contra el profesor de artes marciales acusado de agredirla sexualmente. Es la decisión que adoptó ayer el tribunal de la Sección Segunda, presidido por el magistrado Pedro Martín, después de que la menor no compareciera el miércoles pasado, la primera vez que fue citada porque sufrió una crisis nerviosa.

Fue su padre el que argumentó que la niña había sido incapaz de volver a ver al profesor para explicar otra vez lo mismo después de que la sala denegara el uso de una mampara. La fiscalía y la defensa comparten que esta posible incapacitación debe ser dictaminada por facultativos. El acusado, Francisco Castro, se enfrenta a 19 años de prisión por las presuntas agresiones contra cuatro niñas entre los años 2002 y 2003 en un colegio de Cabrils y otro de Mataró donde daba clases de artes marciales como actividad extraescolar.

El juez insistió en la necesidad, si los forenses dan su visto bueno, de que la niña acuda a juicio como lo hicieron las otras tres víctimas, sin la protección de una mampara.

DECLARACION NECESARIA "Los jueces no disponemos de una bola para saber la verdad", apuntó el magistrado para a renglón seguido insistir en que necesita usar todos los mecanismos a su alcance para saber con exactitud qué ocurrió.

De esta manera, el tribunal desbloqueaba una situación en punto muerto desde la incomparecencia de la niña, cuyo testimonio todos consideran fundamental por la gravedad de los abusos padecidos. La sala había denegado la petición de la familia de que la menor no tuviera que volver a declarar y, en el caso de hacerlo, una mampara evitar el contacto visual con su presunto agresor.

La fiscalía solicitó ayer que fueran dos profesionales especializados en este tipo de agresiones los que vieran a las niñas, pero el juez estableció que fueran dos forenses adscritos a los juzgados que trabajan en cualquier tipo de delito. Si determinan que la niña puede volver a declarar, el tribunal volverá a citarla.