La embarcación zarpó hace tres semanas de Senegal con más de 140 personas a bordo, pero cuando las autoridades mauritanas se asomaron al cayuco, el lunes por la noche, solo encontraron a 98 supervivientes y un cadáver. A bordo había tenido lugar una de las peores tragedias de la inmigración, de la que los rostros "agotados" y "traumatizados" de los que consiguieron salvar la vida no podían dar sino una idea somera. Casi todos los que habían fallecido intentando habían sido derrotados por el hambre, la sed y el frío.

La barca salió de Ziguinchor (sur de Senegal) el 16 de octubre. El objetivo era navegar al abrigo de las costas africanas y buscar con el último envión las islas Canarias. Ya habían hecho la mayor parte del viaje y estaban a la altura de Marruecos cuando el motor se averió. En ese instante ocurrió lo peor que podía ocurrir: el patrón del cayuco cayó por la borda cuando intentaba arreglar la avería surgida en el motor y murió ahogado.

UNA SEMANA A LA DERIVA "La embarcación quedó a merced de las olas y el viento --explicó un responsable de seguridad mauritano-- y ahora ha llegada a Laguerra". Siete días navegando a la deriva, quién sabe cuántos sin comida ni bebida. Al que iba muriendo el resto lo iba tirando por la borda.

De los 98 supervivientes que llegaron a Laguerra, dos murieron el lunes por la noche y cuatro permanecían ayer en el hospital en estado de coma. "Les estamos dando asistencia en cuanto a alimentación, medicinas y cuidados en el hospital de Nuadibú", declaró otro responsable local. La mayoría de los ocupantes eran senegaleses, pero también había ciudadanos de Mali, Guinea-Bissau y Gambia. Los relatos de los supervivientes coinciden en que a sus 45 compañeros los mataron el hambre, el frío y la sed.

Fuentes oficiales en Mauritania aseguran que patrulleras del Ejército han hallado ya 42 cadáveres flotando en alta mar, a un centenar de millas de la costa. La cifra de fallecidos varía según la fuente, y algunos ya hablaban anoche de 56 muertos.

La tragedia es una de las peores --que se conozca-- que han sufrido los africanos que intentan llegar a España a bordo de un cayuco. Hace unos días, el 25 de octubre, un pesquero gallego encontró, a 300 millas de las costas de Senegal, una patera con siete cadáveres a bordo, y el 16 de agosto del año pasado 16 inmigrantes murieron, también de hambre, frío y sed, intentando llegar a las Canarias.