El paro o el temor a perder el empleo impulsa la búsqueda de títulos para ser más competitivos. La UNED ganó este curso un 12% de alumnos decididos a estudiar una carrera, un máster o idiomas, un notable cambio en su tendencia. Un tercio de ellos optó por el acceso a la Universidad para mayores de 25 años.

Es "una estrategia razonable" en tiempos de crisis, explica Emilio Luque, director de Investigación del Instituto Universitario de Educación a Distancia. Cada vez más se demandan profesionales con flexibilidad y capacidad de adaptación y, "cuando uno ha perdido el empleo o prevé perderlo, incorporar una formación universitaria incrementa su valor".

La matriculación de 167.000 estudiantes en enseñanzas regladas de la UNED el pasado octubre, con la certeza de la gravedad de esta crisis, supone un aumento de 18.000 alumnos, un 12%, sobre los 149.000 del curso 2007-2008, y rompe la tendencia de los cuatro anteriores, en los que se mantuvo en torno a esa cifra. En la elección de los estudios, con una inversión corta en el tiempo y posibilidades laborales, se ve el efecto de la coyuntura económica, dice el sociólogo Emilio Luque, de la UNED.

Las inscripciones aumentaron por encima de la media en las diplomaturas de Ciencias Empresariales, Trabajo Social, Educación Social e Ingeniería Técnica Electrónica Industrial.

Hay incrementos llamativos en el acceso para mayores de 25 años, con 19.600 estudiantes, un 44% más que los 13.600 del año pasado, y en los estudios oficiales de posgrado, donde la matrícula se triplicó por la ampliación de la oferta adaptada al proceso de Bolonia. En ese caso se decantaron por los máster en Derecho, Ingeniería Informática, Filología y Psicología.

INSEGURIDAD Los cursos de idiomas, con 7.447 alumnos, superaron en un 30% a los 5.721 del año anterior. Más de la mitad se inclinan por el inglés, aunque se imparten una docena de lenguas. La inseguridad laboral y el desempleo, que ronda los 3,5 millones de personas, explica que se haya multiplicado el interés por todo tipo de formación, ya sea académica, profesional o continua, a distancia o presencial, de empleados y desocupados que también recurren tanto a centros privados como a los cursos gratuitos que imparten organizaciones sindicales y empresariales. Los "estímulos" para el desempleado son "mejorar en su profesión, adquirir nuevas cualificaciones para acceder a nuevos puestos o plantearse el cambio de profesión o de sector productivo", indica Mario Rodríguez, de UGT.