Probablemente ni Alfred Hitchcock se hubiera imaginado una película de terror así, con la diferencia de que lo que ha ocurrido en los últimos días en el estado de Arkansas (EEUU) es real. Los vecinos de la localidad de Beebe fueron testigos la pasada Nochevieja de una extraña lluvia de pájaros negros que cayeron del cielo por miles sin que todavía estén demasiado claras las causas de su muerte, solo un par de días antes de que aparecieran, a no mucha distancia, más de 100.000 peces muertos en un río.

Las protagonistas de la aclamada película de Hollywood eran gaviotas, pero en este caso se trata de mirlos negros. Las autoridades medioambientales siguen sin explicarse todavía qué ha podido ocurrir y manejan varias hipótesis, desde que los pájaros murieron por culpa del estrés que les provocaron los fuegos artificiales lanzados aquella noche para dar la bienvenida al 2011 hasta que fueron víctimas de la fuerte granizada que cayó ese día, aunque en ninguno de ellos se han hallado signos de que hubieran resultado heridos. "Tenemos muchos interrogantes por resolver", reconocía ayer Karen Rowe, una ornitóloga de Arkansas.