Gracias". Un sencillo "merci ", nada más despertar de la anestesia, fue lo primero que les dijo a los cirujanos la mujer que la semana pasada recibió el trasplante de la parte inferior de su cara tras la donación hecha por la familia de una mujer. La francesa, de 38 años, "se encuentra bien en el aspecto físico, inmunológico y psicológico", explicaron ayer en Lyón los jefes de los equipos médicos responsables de la operación, hasta ahora inédita en el mundo.

La mujer perdió el pasado mes de abril los labios y parte de la nariz y de la barbilla cuando fue mordida por un perro. Tras recibir permiso de las autoridades sanitarias, los cirujanos decidieron realizar el trasplante facial, con nariz, labios, piel, tejidos y venas procedentes de la cara de una mujer que se encontraba en estado de muerte cerebral.

SE VIO EL LUNES "La paciente vio su cara el pasado lunes y nos ha dado las gracias", dijo el doctor Bernard Devauchelle, jefe del servicio maxilofacial del hospital de Amiens. "Nos ha sorprendido gratamente el buen color de la piel trasplantada, pero hasta dentro de cuatro a seis meses no sabremos si recuperará la sensibilidad en la zona".

Ahora, la mujer "ya come, bebe y habla con claridad", dijo Devauchelle, sorprendido por la buena evolución de la paciente, cuya calidad de vida debería mejorar con respecto a los últimos meses. "Antes del trasplante, no tenía labios, y sin labios es muy difícil respirar, beber y comer".

Esa evidente mejora física, que sería imposible con cirugía clásica, fue la que llevó a los médicos a superar sus propias reticencias. "Hay muchísimos problemas éticos", reconoció el doctor Jean-Michel Dubernard, jefe de servicio de trasplantes del Hospital Universitario de Lyón, que dijo que la mujer estaba informada del mayor riesgo de desarrollar cáncer debido a la fuerte medicación. "Hemos hecho lo máximo para asegurar el éxito de la operación porque no teníamos derecho a equivocarnos con esta paciente", dijo entusiasmado el doctor Dubernard.