El código penal español no tiene tipificado como delito el hecho de que una persona acepte casarse con otra a cambio de una cantidad económica. En caso de que las autoridades judiciales comprueben que un matrimonio es de conveniencia, lo único que pasa es que el enlace queda anulado así como todos los derechos adquiridos a raíz del mismo. Para detectar bodas falsas, cuando son por lo civil, el juez hace una entrevista en profundidad a los contrayentes.

Normalmente, los novios no pasan ningún tiempo juntos, simplemente firman el acta matrimonial y se separan para nunca más verse. Si han de pasar una entrevista, se reúnen antes para conocer y poder contestar las preguntas. Como mucho, vuelven a reunirse para tramitar el divorcio.

Aunque este tipo de matrimonio en sí no sea delito, el Cuerpo Nacional de Policía señala que las redes que organizan esas bodas sí suelen estar involucradas en delito como la falsificación documental y el tráfico de personas.