El tifón Parma, que ha tocado la costa con menos fuerza de la que se temía, ya ha causado dos muertos en sus primeras horas en Filipinas. Las autoridades habían evacuado a unas 62.000 personas de las zonas afectadas en las horas previas. Las alarmas siguen vigentes en Luzon y en Cagayan, en el norte, pero las últimas previsiones señalan que el tifón no afectará a Manila, aún convaleciente del Ketsana, que causó 292 muertos.

Una de las dos primeras víctimas mortales del Parma, registradas en la provincia de Camarines del Sur, fue un niño de dos años, según datos de Defensa Civil. La llegada del tifón, con vientos de 175 kilómetros por hora y rachas de hasta 210 kilómetros por hora, llevó el viernes a la presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, a declarar el estado de emergencia con el fin de intentar minimizar los posibles daños.

Los fuertes vientos del Parma afectaron principalmente a la zona nororiental del país, mientras que el resto del territorio nacional sufrió intensos aguaceros.

BODA TRAGICA Mientras, en Indonesia siguen aumentando las víctimas del terremoto de 7,6 grados Richter del miércoles, que la ONU había cifrado en 1.100. Cuatro pueblos han sido encontrados enterrados bajo toneladas de tierra y piedras en los alrededores de Padang, la ciudad más golpeada por el seísmo. Según el Gobierno, más de 400 personas podrían estar sepultadas, incluidas una treintena que celebraban una boda. Mientras, en la India, las fuertes lluvias de estos últimos días han causado la muerte a 172 personas.