La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha detectado en las últimas semanas una "oleada" de estafas a los vendedores de cupones, a quienes determinados timadores entregan billetes falsos, sobre todo de 50 euros. Así lo aseguró ayer en una entrevista a Efe la delegada de la organización en Cataluña, Teresa Palahí. Según sus datos, el fraude está generalizado en toda España, pero tiene una especial incidencia en Barcelona.

"Es fácil colar un billete falso a un vendedor de la ONCE", explicó Palahí. Con las nuevas tecnologías, los timadores consiguen que la textura y el tamaño sean idénticos a los de circulación legal, así que los vendedores --que suelen estar solos en sus puestos y son ciegos o tienen una visión escasa-- no los distinguen con el tacto y los aceptan como si fueran reales.

La ONCE ya se ha puesto en contacto con la policía para denunciar el fraude. Fuentes policiales, aseguraron que no se ha registrado un aumento considerable de este tipo de denuncias, aunque admitieron que son "constantes" durante todo el año. Engañar a los vendedores de la ONCE no es una actividad reciente. Cuando existían las pesetas, los timadores pagaban los cupones con dólares americanos, cuyo tamaño era prácticamente idéntico al de los billetes de 2.000. "Lo único que hacían era recortar un poco el billete y entregarlo al vendedor", destacó la delegada. Además de dólares, los arrestados entregaban a los vendedores de cupones monedas y billetes peruanos y brasileños, que tenían el mismo peso y formato que los españoles aunque su valor económico era menor.

Se trata de un timo relativamente fácil que puede ser cometido, incluso, por personas mayores. Las estadísticas policiales confirman que la llegada del euro no supuso una reducción de las estafas, a pesar de que los vendedores recibieron cursillos para identificar correctamente los billetes y las monedas. Lejos de descender, los timos han continuado. Algunas de las técnicas utilizadas son las fotocopias en papel timbrado y la elaboración manual de los billetes.