La ONG melillense Proderechos de la Infancia (Prodein) aseguró ayer que un joven maliense falleció el jueves por la noche al caer en un socavón mientras huía de las fuerzas de seguridad marroquís que perseguían a los inmigrantes en los alrededores de la alambrada de Melilla.

Según esta ONG, que fue la primera en denunciar el 29 de agosto la muerte de un joven camerunés, el cadáver del inmigrante maliense fue descubierto ayer por la mañana y posteriormente trasladado a la morgue del hospital de la ciudad marroquí de Nador.

TRES SEMANAS Ninguna fuente oficial había confirmado anoche esta muerte. Con este fallecimiento, serían ya cuatro los subsaharianos que pretendían introducirse ilegalmente en Melilla que han muerto en menos de tres semanas. Esta última muerte se asemeja mucho a la de un inmigrante maliense que, al huir de los gendarmes marroquís, se despeñó por un terraplén y falleció.

Además, esta nueva tragedia se produce menos de 24 horas después de que un joven congoleño falleciera en la mesa de operaciones de un hospital de Melilla, al que llegó gravemente herido. La autopsia reveló que el inmigrante había muerto "a causa de una desviación de la tráquea". No obstante, el examen forense no explicó el motivo de la desviación y, de forma sorprendente, sostuvo que el cuerpo "no presentaba signos de lesiones externas".

Esa versión oficial contradijo la que facilitaron a Prodein fuentes médicas que vieron el cadáver y que informaron que el joven tenía en el cuello "un moratón típico de un bala de goma".

SANGRANDO POR LA BOCA Según la Delegación del Gobierno, el inmigrante llegó a las 6.15 horas del jueves al perímetro fronterizo. El joven, que sangraba abundantemente por la boca y que venia acompañado de otro inmigrante, solicitó el auxilio de la Guardia Civil para ser atendido. Cuatro horas más tarde murió en el hospital.

Con este caso se han reavivado las sospechas que envolvieron la muerte el 29 de agosto del camerunés de 17 años Ypo Joe. Como entonces, la denuncia de Prodein coloca a los agentes de la Guardia Civil como principales sospechosos del fallecimiento del joven congoleño, pues el instituto armado es el único cuerpo que patrulla la frontera que dispone de bolas de goma. Las fuerzas auxiliares y la Gendarmería marroquí carecen de ellas.

En el caso del camerunés, los forenses del hospital de Nador dictaminaron que el africano falleció a causa de una rotura de hígado.