El narcotraficante Laureano Oubiña salió ayer poco después de las nueve de la mañana de la cárcel de Navalcarnero (Madrid), después de que la Audiencia Nacional le concediera el tercer grado. El narco, de 71 años, abandonó la prisión para dirigirse al Centro de Inserción Social (CIS) de Alcalá de Henares, donde vivirá en un régimen semiabierto, informaron fuentes penitenciarias. A su salida, Oubiña, que viajaba en un coche conducido por el capellán de la cárcel, criticó a los responsables de la instalación, que ha calificado de «gran negocio·, y ha dijo que lo más inmediato es estar con su familia. El juez de Vigilancia Penitencia de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, le concedió el 24 de febrero el tercer grado, tras cumplir una pena de cuatro años y seis meses por blanqueo. Su buen comportamiento y su estado de salud fueron los principales argumentos para lograr este régimen.