El Parlamento Europeo aprobó ayer el proyecto de orden europea de protección de las mujeres maltratadas por una aplastante mayoría de 610 votos a favor, 13 en contra y 56 abstenciones. La medida, impulsada por el Gobierno español, busca garantizar a las víctimas de violencia que la protección que reciben en un estado de la Unión Europea (UE) se aplique en cualquier otro país europeo al que se trasladen.

Esta orden aseguraría que una víctima que se beneficia de una medida de protección en su país de origen (por ejemplo, una orden de alejamiento del agresor) reciba el mismo grado de protección en otro país europeo donde se encuentre. La Eurocámara ha ampliado el ámbito de aplicación más allá de las mujeres maltratadas, para que proteja a toda víctima de violencia cuyo agresor haya sido identificado.

según el texto aprobado, se aplicará "a las medidas de protección destinadas a defender a todas las víctimas y no solo a las víctimas de la violencia de género, teniendo en cuenta las características del tipo de delito de que se trate".

El objetivo es proteger a las víctimas "contra actos delictivos de otra persona que puedan poner en peligro de cualquier modo su vida o su integridad física, psicológica o sexual (por ejemplo impidiendo cualquier forma de acoso), así como su dignidad o libertad personal (por ejemplo impidiendo el secuestro, el acecho y cualquier forma de coerción indirecta)". La norma también persigue "evitar nuevos actos delictivos o reducir las consecuencias de los cometidos anteriormente".

"Ahora es el Consejo de Ministros de la UE el que debe decidir si Europa se implica de verdad en la lucha contra la violencia y la defensa de los derechos fundamentales", señaló la socialista Carmen Romero. "Hay que enviar un mensaje claro al Consejo de la UE: los ciudadanos quieren sentirse protegidos dondequiera que estén", añadió la popular Teresa Jiménez-Becerril.