El Gobierno tampoco quiere tener el más mínimo roce con otras confesiones distintas a la Católica. La futura ley de protección de los animales, que se debate en el Congreso de los Diputados, hará una excepción en los requisitos a la hora del sacrificio y permitirá que sean degollados sin el aturdimiento eléctrico previo, de acuerdo con los ritos islámicos y judíos. La concesión es apoyada por todos los grupos parlamentarios excepto por IU-ICV.

La ley, que impondrá multas de hasta 100.000 euros y obligará a que el transporte y estancia de los animales en las granjas se produzca "en condiciones dignas", regula su muerte para que sufran lo menos posible y evitarles "daños inútiles". La excepción a los sacrificios con ritos propios de iglesias y religiones se basa en la ley orgánica 7/1980, de 5 de julio, de Libertad Religiosa, promulgada por el Gobierno de UCD.

Alejandro Alonso, portavoz parlamentario socialista, consideró que "en la práctica puede haber un poco de problema, porque ellos defienden que siempre hay que degollar mirando a La Meca". "Pero el Gobierno tiene el compromiso de atenderlos. Es una población que va cobrando mayor fuerza. Estas confesiones piden una norma específica para estos sacrificios y una reglamentación técnico-sanitaria", advirtió.

"Si la ley quiere evitar el maltrato no debe hacer excepciones ni a espectáculos taurinos ni a ritos. Si se crean lagunas se hace una ley parcial e hipócrita. No se hoy puede hacer de la tortura un espectáculo", opina el portavoz de IU-ICV, Joan Herrera Torres, partidario de elevar las sanciones para hacerlas disuasorias.